La empresa concesionaria del ex ferrocarril Sarmiento afirmó que el conductor del tren N° 3772 nunca reportó haber tenido problemas en los frenos de la formación que el miércoles pasado chocó contra el andén 2 de la estación Once.
En el trágico accidente fallecieron 51 pasajeros y otros 703 resultaron heridos.
Consultada por LA NACION, una fuente de la empresa TBA afirmó que "en ningún momento de la grabación de la comunicación entre el maquinista y el controlador de tráfico se registró ningún inconveniente en la formación y que jamás el conductor advirtió que el convoy tenía fallas en los frenos".
Además, la misma fuente desmintió que el controlador le hubiera ordenado al maquinista que prosiga el trayecto, que había comenzado en Moreno y que terminaba en Once.
No obstante, uno de los responsables del sindicato de La Fraternidad, que agrupa a los maquinistas, afirmó que, en su declaración indagatoria ante el juez federal Claudio Bonadio, el conductor de la formación recordó que, una o dos estaciones antes de llegar a Once, reportó que el tren tenía "el freno largo".
En el ambiente ferroviario, que un convoy tenga "freno largo", según explicaron los delegados de La Fraternidad, significa que tiene problemas para detenerse, pero que esos inconvenientes no le imposibilitan seguir adelante con el trayecto. Por tal motivo, luego de informar esta novedad, continuó con la marcha.
Luego de declarar ante el juez Bonadio, Marcos Antonio Córdoba quedó en libertad, aunque deberá presentarse una vez por semana en el juzgado y tiene la prohibición de salir del país. En su indagatoria habría relatado ante el magistrado que avisó al controlador de tráfico que tenía problemas con los frenos y que le habría ordenado: "Seguí, seguí".
Esto fue desmentido por la empresa, que aportó una grabación de las comunicaciones de la Oficina de Control de Tráfico de Once con el maquinista.
Desde el sindicato afirmaron que Córdoba le explicó al juez que, debido a que "tenía el freno largo", comenzó la maniobra para detener el tren en un punto de referencia situado mucho antes del que se utilizaba como guía si el tren funcionara normalmente.
Además, una fuente de La Fraternidad afirmó a LA NACION que el maquinista le dijo al juez que aunque el tren había comenzado a disminuir la velocidad, debió accionar los frenos de emergencia, pero la formación no se detuvo.
La misma fuente explicó que el maquinista nunca utilizó su teléfono celular desde que tomó el comando del tren, en la estación Castelar, hasta que chocó en Once.
A partir de ahora, el magistrado deberá confrontar los dichos del maquinista con lo que figura en los registros de las comunicaciones y las conclusiones de los ingenieros para establecer las causas del accidente.
ACUSACIONES
Dijo la empresa: la firma concesionaria TBA afirmó que en el registro de comunicaciones no quedó ninguna constancia de que el maquinista alertara sobre fallas en la formación. Además, la empresa desmintió que le hubieran ordenado que siguiera con la marcha.
Dijo el maquinista: ante el juez, el conductor de la formación que chocó contra el andén 2 de Once dijo que una o dos estaciones antes avisó que tenía "el freno largo". Además, el maquinista explicó que comenzó a frenar antes del punto de referencia habitual, pero que el tren no se detuvo.
Así sigue el sumario: el magistrado Claudio Bonadio confrontará la versión de la empresa y los dichos del maquinista con los registros de la caja negra y las conclusiones de los peritos.
Fuente: lanacion.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario