El maquinista del tren estrellado el miércoles en la capital argentina con saldo de 51 muertos y 703 heridos declaró ante la justicia que los frenos del convoy fallaron, informó este sábado una fuente judicial que confirmó su liberación la noche del viernes.
Marcos Córdoba, de 28 años, sostuvo que accionó dos veces el freno y no funcionó y aseguró que dio aviso a sus superiores de que el sistema estaba fallando pero que recibió la orden de continuar el viaje que terminó con una de las mayores tragedias ferroviarias ocurridas en Argentina.
"En cada estación le avisaba por la radio al controlador de tráfico que tenía problemas en los frenos. Del otro lado me respondían 'seguí, seguí, seguí'", aseguró a la justicia.
Tras declarar el maquinista quedó libre "porque no hay peligro de fuga y no hay posibilidades de que entorpezca la investigación", dijo la fuente.
El miércoles el secretario de Transportes de la Nación, Juan Pablo Schiavi, había dicho que existen grabaciones de los diálogos entre el maquinista y el controlador y que serían aportadas a la justicia.
El tren se estrelló contra un paragolpes de contención con unos 2.000 pasajeros abordo en su arribo a la terminal de Once.
Córdoba está investigado por el supuesto delito de "estrago culposo" (sin intención de producir daño) en la causa que investiga el juez Claudio Bonadío.
Según fuentes judiciales el maquinista aseguró que "el tren no frenó" y consideró que se produjo una falla mecánica porque "cuando se acciona el freno hay una válvula que hace ruido y él no lo escuchó".
El maquinista había sido rescatado por bomberos de entre los hierros retorcidos de su cabina y hospitalizado con heridas cortantes en su rostro y politraumatismos, pero fuera de peligro.
La Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC) acusó el viernes al gobierno en un comunicado de "no haber actuado ante los resultados de auditorías que mostraban el deficitario y criminal estado de conservación" de la línea Sarmiento.
El accidente fue el tercero más grave de la historia ferroviaria de Argentina después del ocurrido en la localidad de Benavídez (periferia norte de Buenos Aires), con 236 muertos en 1970, y del registrado en la provincia de Santa Fe (centro-este), con 55 fallecidos en 1978.
Marcos Córdoba, de 28 años, sostuvo que accionó dos veces el freno y no funcionó y aseguró que dio aviso a sus superiores de que el sistema estaba fallando pero que recibió la orden de continuar el viaje que terminó con una de las mayores tragedias ferroviarias ocurridas en Argentina.
"En cada estación le avisaba por la radio al controlador de tráfico que tenía problemas en los frenos. Del otro lado me respondían 'seguí, seguí, seguí'", aseguró a la justicia.
Tras declarar el maquinista quedó libre "porque no hay peligro de fuga y no hay posibilidades de que entorpezca la investigación", dijo la fuente.
El miércoles el secretario de Transportes de la Nación, Juan Pablo Schiavi, había dicho que existen grabaciones de los diálogos entre el maquinista y el controlador y que serían aportadas a la justicia.
El tren se estrelló contra un paragolpes de contención con unos 2.000 pasajeros abordo en su arribo a la terminal de Once.
Córdoba está investigado por el supuesto delito de "estrago culposo" (sin intención de producir daño) en la causa que investiga el juez Claudio Bonadío.
Según fuentes judiciales el maquinista aseguró que "el tren no frenó" y consideró que se produjo una falla mecánica porque "cuando se acciona el freno hay una válvula que hace ruido y él no lo escuchó".
El maquinista había sido rescatado por bomberos de entre los hierros retorcidos de su cabina y hospitalizado con heridas cortantes en su rostro y politraumatismos, pero fuera de peligro.
La Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC) acusó el viernes al gobierno en un comunicado de "no haber actuado ante los resultados de auditorías que mostraban el deficitario y criminal estado de conservación" de la línea Sarmiento.
El accidente fue el tercero más grave de la historia ferroviaria de Argentina después del ocurrido en la localidad de Benavídez (periferia norte de Buenos Aires), con 236 muertos en 1970, y del registrado en la provincia de Santa Fe (centro-este), con 55 fallecidos en 1978.
Fuente: losandes.com.ar
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