Con la voz quebrada, Juan Román Riquelme comunicó su despedida del club de sus amores y aseguró que está "vacío". "El compromiso que tengo por este club es muy grande, yo soy hincha de Boca y no puedo jugar a la mitad", afirmó a la salida del vestuario y enfatizó: "Tengo claro que no tengo nada más por dar".
El enganche de Boca, figura del club xeneize, insistió:“Viví y vivo para el fútbol pero no tengo más nada para dar. Llegué a la final, la disfruté y sentí cosas hermosas pero ahora quiero ir a mi casa, abrazar a mi hijo y comer asados con mis amigos”.
Luego aclaró: “si mi hijo quiere verme jugar, lo haré pero no acá. En Boca no puedo jugar a la mitad. Yo si juego en este club lo hago al ciento por ciento. Soy bostero y voy a morir bostero".
Riquelme destacó que transmitió su decisión a sus compañeros, a los dirigentes y al presidente de Boca, Daniel Angelici. "No voy a continuar, amo este club, quiero mucho a los hinchas y estaré agradecido porque soy y seré hincha de Boca, pero me siento vacío”, afirmó.
Sobre el partido señaló que “perdimos, fuimos superados y felicitamos a Corinthians. Teníamos la ilusión de ganarla y no pudimos. Estamos un poco dolidos pero fuimos superados por el rival".
Continuando sobre su despedida, en el diálogo con la prensa en Brasil, Riquelme admitió casi al borde del llanto: "Hoy llegué a lo máximo. Pensé que no iba a jugar una final de copa nunca más. Me siento vacío y es una decisión mía".
El 10 de noviembre de 1996 comenzaba la carrera de Román en la Bombonera. Ese día hizo su debut oficial bajo la conducción de Carlos Bilardo, pero fue de la mano de otro Carlos (Bianchi) cuando demostró por qué sería consagrado como uno de los más grandes ídolos de Boca.
"Simplemente GRACIAS 10", twitteó en un mensaje que podría reproducir el sentimiento del hincha xeneize el arquero Agustín Orión, apenas se enteró de que el crack de Boca dejaría de vestir la camiseta azul y oro.
Sobre el adiós de Román se especuló durante toda la previa del partido ante el Corinthians, pero sin lugar a dudas era la noticia que el fanático boquense no esperaba escuchar, y menos después de recibir el duro golpe de perder la final de la que podría haber sido la séptima Copa Libertadores.
Fuente: http://www.infobae.com/
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